unicornio punki

CAPITULO 17 – Descubriendo otras cabañas

Sí, descubriendo otras cabañas. En el reino de las palomas si algo te puedes encontrar, además de buena gente, son cabañas. De hecho, había una en particular de la que te voy hablar en los próximos capítulos. Porque si el unicornio punki tenía una virtud, esta era el no estar parado nunca. Cuando la necesidad aprieta, hay que mover las patas.

En este capítulo, el unicornio punki, entró a trabajar en una cabaña llamada EL VIEJO TABLÓN. Casi por sorpresa y de la forma más inesperada, empezó a trabajar. Pero antes os explicare como sucedió todo. Hacía muchos años que el unicornio regentaba mucho esa cabaña. La verdad que no era solo por su hidromiel y sus pócimas, ni tampoco por su buena comida. El unicornio regentaba esta cabaña porque sus dueños le tenían mucho cariño y le hacían sentir como de la familia. El matrimonio estaba formado por un Trovador Prevenido y una Mama Ninfa. Estos seres eran muy trabajadores y miraban siempre por su negocio, cosa que el unicornio punki no estaba muy acostumbrado a ver en la cabaña que tiraron.

Empecemos por el Trovador Prevenido. Este ser era una persona que tenía la música en la sangre y en su alma, él era el encargado de estar en la barra y sirviendo mesas. Cuando menos te lo esperabas, se echaba un canturreo entre servir una mesa y limpiar algún frasco de pócima. No obstante, lo tenía todo controlado y todo preparado para lo que pudiera pasar. De ahí venía su mote, el Prevenido. Es más, si te podía ayudar, lo hacía de todo corazón.

Por otro lado teníamos a la mami, la Mama ninfa. Aunque cariñosamente, para abreviar, el unicornio la llamaba mami.  Ella era la encargada de la lumbre y de darle todo su cariño a los manjares que preparaba. Desde el cerdo, hasta las verduras y mucho más. A ella le gustaba innovar y probar. De su lumbre salían cosas que nunca se habían visto en otras cabañas y precisamente eso los hacían tan especiales. Pero más especial era su forma de ser, su cariño y su don de gentes.

En fin, los dos juntos era como Romeo y Julieta, como una herradura a la pata. En fin un buen equipo, y eso, se notaba. Los lugareños siempre tenían ganas de esa cabaña, de pasar un buen rato en el Viejo Tablón. Por ello fue un orgullo para el unicornio punki poder formar parte de esa familia y que le trataran como uno más. El día en que se lo dijo el Trovador Prevenido, el unicornio agito sus patas como si de una fiesta se tratara. ¡Por fin iba a trabajar para una cabaña como dios manda! Además del prestigio y reputación que tenía entre los lugareños.

Pues hasta aquí el capítulo de hoy. En el próximo descubriremos más acontecimientos que sucedieron en la cabaña de EL VIEJO TABLON.


La canción de este capítulo se la vamos a dedicar a mi Mami.

 Alejandro Sanz – Capitán Tapón (Official Video)

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